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Entrevista laboral: lo que decimos sin hablar

Entrevista Laboral

Algunas cosas a tener en cuenta

Es erróneo pensar que los seres humanos sólo nos comunicamos verbalmente. Cada acto comunicativo se manifiesta en varios niveles, conscientes e inconscientes, en los que empleamos los cinco sentidos para percibir cada uno de esos detalles que exceden el plano oral. Es únicamente en la combinación de los signos verbales y no verbales donde se encuentra el sentido.

La comunicación no verbal tiene relación directa con las emociones, las cuales delatan a las verdaderas intenciones del hablante. Todos aquellos sentimientos que transmitimos -a veces, sin quererlo- muestran a nuestro interlocutor características de nuestra personalidad y carácter, que conforman la expresión integral de lo que somos como seres humanos.

Múltiples investigaciones han demostrado que la comunicación no verbal tiene más influencia que las palabras a la hora de la interacción, ya que -además de acompañarla- puede acentuarla, contradecirla, restarle importancia, corroborarla, o regular el hilo de la conversación. Por lo tanto, cuando somos citados para una entrevista de trabajo, debemos prestar especial atención a estos detalles que muchas veces pasamos por alto.

Afortunadamente, hemos seleccionado los puntos más significativos de la comunicación no verbal a los que debemos prestar especial atención cuando estamos frente al entrevistador. ¡A tomar nota!

  • Mirada: Es fundamental mantener contacto visual durante las entrevistas laborales. Los ojos expresan los sentimientos, por lo tanto, ayudarán a demostrar seguridad en la exposición. Una mirada franca y sincera transmitirá confianza en el entrevistador cuando se comparta información importante. Siempre se debe mirar el tercio superior del cuerpo, ya que mirar por debajo de los hombros puede resultar intimidante.

 

  • Postura: Se debe tener una posición erguida durante toda la entrevista para manifestar interés. Mantener brazos y piernas abiertas, que ofrecerán una sensación de cercanía y bienestar. En lo posible, evitar posturas cerradas o brazos cruzados, las cuales transmiten sensación de incomodidad y de pocos deseos de interactuar. Las piernas ligeramente cruzadas por los tobillos demuestran cierta impaciencia. Una pierna encima de la pantorrilla de otra significa que se está a la defensiva, con cierta expectación. Las piernas juntas, sin cruzar, dan sensación de desconfianza y de falsa humildad. Lo recomendable es mantenerlas ligeramente despegadas, porque dan un tono de afabilidad y comodidad.

 

  • Sonrisa: practicar una expresión pertinente y espontánea acorde a la situación. En general, todo ser humano responde positivamente ante una sonrisa. Cuando las personas se sienten bien, tienden a sonreír de una manera que transmite a los demás afabilidad y disponibilidad para el servicio. En el momento del saludo, ofrecer una sonrisa brindará la sensación de cercanía y amabilidad. Durante la interacción, demostrará simpatía y buen trato. La sonrisa predispone a los entrevistadores positivamente.

 

  • Silencio: Es necesario generar momentos de pausa no muy largos para crear dinámica con el interlocutor. Es fundamental darle al entrevistador la oportunidad de expresarse, para no caer en monólogos egocéntricos. Además, muchas veces el silencio da lugar a la reflexión.

 

  • Gestos: establecer coherencia entre el rostro y el diálogo. Si se realizan movimientos enfáticos, hacerlos con la mano abierta y sin señalar. Es importante ser moderado y tener noción de lo que expresan nuestros gestos, sobre todo a la hora de decir algo de lo que no se está convencido. No se debe gesticular de forma exagerada, creyendo que esta actitud le da mayor dinamismo a la exposición.

 

  • Voz: Utilizar cambios de entonación, hablar a un buen ritmo y evitar muletillas. Modular correctamente para generar entendimiento. Utilizar un tono de voz adecuado para la ocasión.

 

  • Ropa: La ropa, aunque no sea un gesto, también puede denotar el carácter de las personas. La vestimenta depende del sector para el cual se haya postulado. Hay determinadas instituciones en las cuales se busca que el personal vista ropa de corte clásico, como los bancos y financieras; así como otras que optan por vestuario informal, e incluso en algunos casos, vestuario sport, como algunas compañías de software, agencias de publicidad, etc. En caso de duda, para la entrevista se debe optar por un vestuario “neutro”, que se vea elegante y prolijo. Además, cuidar especialmente la higiene personal.

Tener en cuenta estos detalles garantiza -a nivel comunicacional- una excelente entrevista laboral. Está claro que existen otros factores que determinarán el resultado (como la experiencia previa, la capacitación, la remuneración pretendida), pero existe algo que siempre es un as bajo la manga en estas situaciones: la actitud. Y sólo se demuestra una buena actitud cuando sabemos dominar e interpretar el lenguaje de nuestro cuerpo. El manejo de la comunicación no verbal demanda tiempo de entrenamiento e introspección, pero inevitablemente ofrece resultados positivos.